RUTA CIRCULAR DESDE LLAMAZARES A REDILLUERA POR LOS HAYEDOS
Ruta desde circular desde Llamazares por el hayedo, que lucía
impresionante con sus colores otoñales (zonas de Costamendo y Carrozal), llegando
a Redilluera. Después vuelta a Llamazares por las praderas a orillas de Río
Lobías. El otoño estaba en pleno apogeo.
Grupo Montañerines
Dificultad: Baja, aunque tiene ascenso. La pista es muy cómoda.
Temperatura: 7º al comenzar y 11º al finalizar.
Punto de salida y llegada: Llamazares.
Distancia recorrida: 7 kilómetros. (3 horas).
Altitud: Mínima en el punto de salida 1.307 metros. Máxima: 1.596 en la
Collada del Pico Tizón
Fecha: 29 de octubre de 2022.
Plano de la ruta circular desde Llamazares a Redilluera por los hayedos |
Gráfico de la ruta |
El grupo de hoy en los hayedos de Llamazares |
Ascendemos por la amplia pista, hay un camino a la izquierda que pone “Pico Bodón”, la ignoramos y seguimos por la derecha, ascendiendo hacia el hayedo de la zona de Costamendo.
Por aquí no. Seguir por la derecha |
Al salir del primer hayedo se toma el camino que asciende por las praderas. Vemos el hayedo a la izquierda y a la derecha un camino hacia los pinares, bajando. Pues nada, a la izquierda y subiendo hasta la collada del Pico Tizón, que es el punto más alto de la ruta con 1.596 metros.
Una vez en la collada, bajamos por la izquierda y nos introducimos de nuevo en otro hayedo, el de la zona de Carrozal.
Trescientos metros más de hayedo con hayas jóvenes y colores impresionantes para llegar a las praderas a lado del Reguero de Valdiforno. Un camino va hacia arriba y otro abajo, tomamos el de abajo siguiendo el reguero.
Bajando por un camino cómodo, llegamos a Redilluera. Pasamos por el centro del pueblo y al llegar a la carretera hay que bajar hacia el Río Lobías y cruzar el puente para tomar dirección a Llamazares por las praderas.
Aquí bajamos hacia el río |
Si bonitos estaban los hayedos de las alturas, también estaban bonitos los chopos y la vegetación de ribera, alisos, abedules…
Ya llegamos de nuevo a Llamazares después de un corto trazado de 7 kilómetros. Hoy no tocaba andar mucho, sino aprovechar los colores otoñales para llenar nuestra retina de los placeres de las hojas caducas que están próximas a abandonarnos para llegar al invierno.