domingo, 17 de febrero de 2013

RUTA LAS MAJADAS DEL CASERIO

Por el Curueño entre sol, nieve, agua y cormoranes
Santi, Loli, Jose, Tere y Javier.
Dificultad: Baja, aunque hoy con mucha nieve ha sido alta.Temperatura: 1 al llegar 13 grados al finalizar.
Punto de partida: Centro del pueblo de Las Majadas del Caserio.
Distancia recorrida: 8,2 kilómetros. Comenzamos a las 11,15 h. y regresamos a las 15,00 h.
Altitud del punto de salida: 1.121 metros en Las Majadas del Caserío.
Altitud del punto más alto: 1.609 metros (Los Trampales)
Fecha: 16 de febrero de 2013.


La ruta es la línea roja. Hoy parte del grupo hizo la roja y otros renunciamos e hicimos el trazo punteado y el azul.
Javier en la Collada del Fito a la que llegó con Santiago. Buenas vistas ¿eh?
Para ir desde León a Las Majadas del Caserío hay que salir por la Carretera de Matallana (LE-311), en Robles de la Valcueba se gira a la derecha por la (C-626). Cuando se llega a La Vecilla se gira de nuevo a la izquierda por la (LE-321) y a 6 kilómetros tenemos la localidad. La distancia desde León son unos 53 km.

Pico Polvoreda (Correcillas)
Cueto Ancino (K2)
Salimos en un día típico del invierno leonés, frío y soleado. El viaje por la carretera de Matallana siempre es muy agradable, con el Pico Polvoredo (Correcillas) alegrando la vista. Aunque desde la carretera se ve la orientación sur, hoy tenía nieve en su totalidad. Habrá nieve arriba.
Las Hoces de Valdeteja con nieve

Después del cruce de La Vecilla la carretera discurre al lado del río Curueño y entra en las Hoces de Valdeteja, un lugar impresionante, aún sin bajarse del coche. El Cueto Ancino (K2 del Curueño) se muestra magnífico.
Las Majadas del Caserío

Síntomas de una noche fría, aquí los llamamos "chupiteles"
Para llegar a Las Majadas del Caserío hay que cruzar un puente muy estrecho y a unos cien metros del puente está el pueblo.

El Cueto Ancino K2 desde Las Majadas del Caserío
La ruta no está señalizada. Consiste en subir inicialmente por el valle del Arroyo Fito e ir separándose del arroyo por un camino ascendente y amplio, fácil de seguir incluso con nieve. Al principio hay una zona dudosa, nosotros siempre tomamos el desvío de la derecha, cruzando el arroyo. Es más bonito.

Avanzamos como un kilómetro por el camino ascendiendo. Había mucha nieve y estaba en ese punto de hielo que cada pisada se rompía y te hundías hasta más de la rodilla.

Viendo la ladera que estaba de frente orientada al sur que llaman Tierra García, José, Tere y Loli, decidimos que ya teníamos suficiente nieve y dimos la vuelta para hacer la ladera soleada. Muy "pindia", pendiente para los no leoneses, pero sin nieve.
Ascendiendo al Collado del Fito ¡y llegaron!

Santiago y Javier continuaron por la ruta prevista. Llegaron arriba sin dificultad en cuanto al trazado pero con mucho esfuerzo, ya que habíamos dejado las raquetas de nieve en casa y resultaba muy difícil.

Santi en lo más alto. ¡Vaya careto que te quedó amigo!
En la parte más alta había más de un metro de nieve, aún así llegaron y pudieron disfrutar de las magníficas vistas. Eso sí, volvieron muy cansados y mojados.
Aquí se puede apreciar la diferencia de nieve de la solana y la umbría

La parte solana "Tierra García" fue agradable de andar para las circunstancias. No hay camino, fue una ascensión campo a través, pero con poca nieve y mucho sol.

Las vistas también eran impresionantes a medida que ascendíamos. Nos dío tiempo de disfrutar del paisaje mientras volvían Javier y Santiago. Se veía magníficamente Peña Valdorria (1.884) Cueto Ancino K2 (1.783), Peña Verde...

¡Qué pequeños somos ante esta inmensidad!
También tomamos el sol. Loli incluso hacía "sus cosas" de yoga, pero se la veía feliz.


Como habíamos caminado poco, disfrutamos del río Curueño, observándolo desde la orilla y después dimos un paseo por la carretera de las Hoces de Valdeteja, por la que pasaban muy pocos coches y la vista es impresionante.

El río curueño en las Hoces de Vegacervera
Pudimos comprobar como, a pesar de la hora, pasaban varios cormoranes río arriba. Uno, otro, otro... cinco juntos. También un par de garzas ¡pobres truchas! van a acabar con todas.

Los lugareños están intentando defender el río de los cormoranes poniendo espantapájaros, aunque unos los ponen y otros los quitan. Lo cierto es que la abundancia de cormoranes es muy dañina para las poblaciones trucheras, sobre todo en la época de reproducción (diciembre, enero...) y se están viendo muy reducidas. Este pájaro hace unos años no lo conocíamos y ahora es abundantísimo.
Las vistas de la zona son muy bonitas, y aunque no pudimos llegar todo el grupo al final de esta corta ruta, volveremos en primavera para quitarnos el mal sabor de boca.

lunes, 11 de febrero de 2013

RUTA ORZONAGA. EL FAEDO CON NIEVE

Orzonaga entre nieve, faedo y carnavales.
Santi, Loli, Ofelia, María Jesús, Jose, Tere y Javier.
Dificultad: Baja, aunque hoy con mucha nieve ha sido alta.
Temperatura: 3 a 4 grados.
Punto de partida: Centro del pueblo de Orzonaga.
Distancia recorrida: 7,6 kilómetros. Comenzamos a las 10,15 h. y regresamos a las 13,45 h.
Altitud del punto de salida: 1.047 metros en el centro de Orzonaga.
Altitud del punto más alto: 1.235 metros (Collado Gudina)
Fecha: 10 de febrero de 2013.

Plano de la ruta. En rojo lo hecho, en amarillo lo que queríamos hacer.
Orzonaga es un hermoso pueblo a unos 30 km. de León. Hay que ir por la carretera de Matallana, a orillas del río Torío y llegando a Matallana, se pasan las vías del tren y poco después sale un desvío a la izquierda por el que dando unas pocas curvas por una carretera estrecha se llega a Orzonaga.
Foto del grupo en el bar de Orzonaga, falta, el que hace la foto



























Teníamos especial interés por ir hoy, domingo de carnaval, a Orzonaga porque este es un pueblo muy fiestero y para los pocos que son, tienen fama de pasarlo muy bien. Además sus carnavales son muy conocidos en León. Aprovecharíamos para ver el magnífico paisaje, el faedo (hayedo para los no leoneses), pisar algo de nieve y echar una risas. Todo nuestro gozo en un pozo.

Las calles de Orzonaga y sus sólidas construcciones de piedra
 La lluvia, la nieve y el mal tiempo echaron abajo nuestros planes.
 Salimos del pueblo con las calles heladas, aunque no hacía mucho frío, y con un poco de nieve.
 
Tomamos el camino en dirección a Llombera, no con la idea de llegar a este pueblo vecino, sino ir al Collado Gudina y después volver disfrutando del faedo.
 
Al salir del pueblo el camino tenía algo de nieve, sin embargo las rodadas de tractores y coches todo terreno, nos ayudaron bastante.
Pudimos ver el cargadero de carbón de la mina La Rebollona. El camino, aunque es ascencente, tiene un desnivel suave, muy agradable para andar.
 
Había unos 30 centímetros de nieve por las orillas, pudimos disfrutar de ardillas. Vimos también un corzo que había bajado al arroyo para protegerse de la nieve.
 Avanzamos tranquilamente disfrutando e intentando cantar la canción de "El elefante de Orzonaga". Una rabelada (canciones con ritmo para rabel), creada en 1918 por la que se conoce también a este pueblo. Tiene muchas anécdotas en sus orígenes y se relaciona también con la rivalidad con el pueblo vecino, Llombera.

Esta foto se la dedicamos a nuestra amiga Isabel (Valencia). La persona que más hemos visto reirse revolcándose en la nieve ¡Ánimo Isabel! Te queremos.
Al llegar a la collada, miramos en dirección a Llombera para intentar andar un poco más, pero según lo previsto, dedicimos volver y y dar la vuelta por el faedo.
 
Santiago ha hecho media docena de veces esta ruta. A pesar de todo le costó encontrar el camino, ya que aquí la nieve superaba con holgura los 50 cm.
 
Por fin lo encontramos y el grupo se dividió. Los chichos intercambiando las únicas raquetas de nieve que llevábamos, pretendíamos volver por el faedo. Las chicas, más prudentes, volvieron por el mismo camino desandando lo andado.
Raquetas obsequio de Roberto Coll, aquí  se usan más que en su tierra

Avanzamos por el faedo con mucha dificultad como 1,5 km. pero era muy difícil. La nieve estaba muy blanda, mojada, y era difícultoso caminar, incluso con las raquetas. En la mayor parte del camino, ya teníamos un metro de nieve.

Pensábamos que estábamos un poco locos, pero a todo hay quien gana. Coincidimos con unos ciclistas de La Robla, que arrastraban las bicicletas con dificultad entre las hayas. También habían calculado mal la cantidad de nieve. Eso si, tenían buen humor. Decían "bueno, todos los días tira la bici de nosotros y ahora tiramos nosotros de ella....." El que no se consuela es porque no quiere.

En un punto en el que veíamos el camino del otro lado del valle próximo, decidimos bajar al arroyo y subir por el otro lado para dar la vuelta por un lugar seguro y conocido.
 
No es que seamos unos "caguetas", pero en el monte la prudencia puede decidir que un día sea bueno o malo. En este caso no conseguíamos saber por dónde iba el camino. Había niebla y nos desorientábamos. Recomendamos a los montañeros y senderistas que sean prudentes ante este tipo de situaciones.

Aunque habíamos hecho esta ruta varias veces, lo mejor es no arriesgar, creo que hicimos bien. Se trata de disfrutar.

Llegamos al bar del pueblo entre agua-nieve, calados por arriba y por abajo, a pesar de tener material adecuado. Nos cambiamos y la sensación posterior fue muy agradable.

En el bar de la plaza nos pusieron algo caliente. Unos garbanzos con callos picantillos. Un gesto cordial, que siempre se agradece. Sacamos nuestros bocatas, encargamos la bebida, después el café y al acabar, de vuelta a casa.
No esperamos al carnaval que comenzaba a las 16,30 porque nos dijeron que lo más seguro es que se suspendiera, no sabemos al final en que quedó, pero volveremos a Orzonaga para contar la ruta completa y disfrutar de los impresionantes paisajes que se ven desde ella, y que hoy la niebla nos ha robado. 
Dibujo en una piedra al comienzo de la ruta
  
No podemos resistirnos a mostrar a los seguidores del blog como se canta la canción titulada "El elefante de Orzonaga". Aquí podéis ver la música, interpretada por Miguel Ángel García tocando la zanfoña.

Aquí podéis ver la letra completa:

Aunque sea una página de Llombera, que están un poco "picaos" con los de Orzonaga, el texto está completo. Comienza así:

 Un güaje baja corriendo
Para dar aviso al pueblo
Que se hallaba un elefante
En la fuente del Pocedo


Estribillo
Pobre elefante que mal lo pasas
Que te amarraron los de Orzonaga

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