En Valdorria es bonito hasta el frío, en Valdeteja también.
Santi,
Loli, Pili, Tere, José. Ofelia, José Antonio,
Raquel, María Jesús y Luna.
Dificultad: Media por el hielo y el desnivel.
Temperatura: 5 mínima, 18 máxima.
Punto de partida: Valdorria,
centro de la población.
Distancia recorrida: 15 kilómetros.
Altitud de Valdorria: Altura 1.320 metros (1.363 en el alto).
Altitud de Valdeteja: Altura: 1.270 metros.
Fecha: 11 de marzo de 2012
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Plano de la ruta (abajo Valdorria, en la parte superior Valdeteja) |
Valdorria es una hermosa población en la montaña
central leonesa. Sus casas antiguas son robustas, de piedra caliza, aunque han
hecho unas construcciones modernas con diseños y tejados extraños que desentonan con la tradición y con la
modernidad. Desentonan con todo.
Vamos a Valdorria varias veces al año, es esta
ocasión nuestra intención es hacer la ruta de Valdorria al Valdeteja que es una
de las más tradicionales de León.
Quedamos a las 8,30 en el bar 102 en la Avenida de
Mariano Andrés. Desayunamos bien y contentos, como siempre, y planificamos el
viaje. Iríamos por el río Torío arriba. En Robles de la Valcueba a la derecha.
En la Vecilla a la izquierda. A tres kilómetros de La Vecilla a la izquierda
por el desvío hacia Valdorria.
Tras un puerto cortito pero muy empinado llegamos a
Valdorria. Nos preparamos. Miramos los planos de la ruta, que está marcada
sólo en su parte inicial, y emprendimos el camino con un sol radiante, pero
frío.
La ruta hacia Valdeteja sale por el valle de
Valcesal arriba, justo al lado de la iglesia del pueblo, dejando a la derecha
la impresionante Peña Valdorria. Una roca caliza pelada cuya altura máxima es
de 1.923 metros. En este valle hubo en el siglo IX hasta tres monasterios. En la
actualidad sólo se conserva la ermita de San Froilán que tiene para su
ascensión una escalera con 365 peldaños, muchos de ellos cavados en la roca. Es también un
punto de destino habitual de devotos y senderistas. Está a 1.417 metros.
Cuando habíamos andado sólo un kilómetro ya nos
sobraba toda la ropa. Las mochilas se llenaron de cazadoras y forros polares, y
nosotros nos desprendimos de nuestras “molestas” prendas de abrigo.
El camino hasta la majada, unos tres kilómetros, es
excelente. Prácticamente llano, amplio y firme. Por él pueden subir los coches sin inguna dificultad.
Después la cosa se complica, hay una ascensión con
mucha pendiente. El camino se esconde entre las aulagas “rasca mulos” los
llaman por la montaña.
La vegetación es muy baja, poco más de la rodilla.
Como el camino se difumina en la vegetación hay que tener la vista pendiente en
la Collada de Bucioso y serpentear por donde mejor se considere hasta llegar al
alto.
El desnivel es considerable y aquí es donde hay que
aplicar lo que poco a poco se ha ido aprendiendo de muchos años de andar por
caminos “pindios” (expresión leonesa que significa empinado y que no está en el
diccionario de la RAE). Es el momento de aplicar el dicho que aprendimos en
Riaño “si subes como un viejo, llegarás como un joven, si subes como un joven
llegarás como un viejo” para decir que se debe andar lento y seguro en las
ascensiones, olvidando las prisas y los acelerones innecesarios.
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Los capilotes este año son muy pequeños. Todo está muy seco. |
Llegados a la Collada de Bucioso (1.749 metros), pisamos
por primera vez la nieve y vimos los primeros capilotes. Somos como niños, unas bromas, unos buenos bolazos y
la alegría de haber superado la primera dificultad.
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Acceso a la Collada de Bucioso desde Valdorria |
¡Qué ilusos! Lo peor estaba por llegar. La subida a
la collada desde Valdorria está orientada al sur y por ello no tenía nieve. La
bajada hacia Valdeteja era norte y estaba totalmente helada y con mucha nieve
en las sombras. Fue muy difícil de bajar y tuvimos varias caídas, en algunos
casos dolorosas.
El camino se perdía entre la nieve y bajamos por
donde pudimos siempre a la orilla del Reguero de la Fuente Bendita, que estaba totalmente seco,
hasta llegar a el cómodo camino de la majada, y por él acercarnos a las casas del pueblo
de Valdeteja. Comenzamos a andar poco antes de las diez en Valdorria, eran las
dos de la tarde y aún no habíamos llegado a Valdeteja.
No paramos nada en Valdeteja e iniciamos
inmediatamente el camino de vuelta. Dejando parte de los integrantes del equipo
allí, para recogerlos después con el coche. El camino de vuelta tenía
riesgos de caídas y por ello hubo quienes prefirieron no arriesgar para subir de vuelta la Collada
de Bucioso desde Valdeteja. La nieve estaba helada y el camino, cuando bajamos, se
había hecho difícil.
A pesar de nuestros temores todo fue mejor de lo
previsto. La subida a la mencionada collada desde Valdeteja es también muy
“pindia”, pero la nieve se había
reblandecido un poco y ya conseguíamos clavar las botas y los bastones en la
nieve y en el hielo. Aún con la mejoría Santi se cayó y se dio un buen golpe
en un codo. Se "mancó" (Expresión leonesa para decir en general que alguien se ha hecho daño, esta si viene en el diccionario de la RAE, aunque no quiere decir exáctamente lo mismo). La cosa no pasó a mayores. Se puso un poco de hielo,
que sobraba por todos los sitios, y llegamos hasta el alto con poca dificultad.
Bajamos serpenteando la collada hacia el Valle
de Valcesal, con ciertas dificultades, pero sin ningún riesgo, y llegamos a la
majada. Allí comimos junto al arroyo y después volvimos por el magnífico y
llano camino hacia Valdorria. Llegamos pasadas las cuatro y media al punto de
partida.
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Subida de vuelta hacia Valdorria por el reguero de la Fuente Bendita
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El ritmo de vuelta lo hicimos bastante alto para las
condiciones del camino, ya que para llegar a Valdeteja tardamos cuatro horas y
la vuelta la hicimos en poco más de dos y parando un ratito para comer. Claro
que fue fundamental que la nieve se hubiera deshelado y pudiéramos subir con
seguridad.
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VISTA DE PEÑA VALDORRIA DESDE EL CAMINO (1.923 metros) |